viernes, 4 de noviembre de 2011

-Salta y grita y ríe y siente el agua entre tus dedos al correr, y la brisa del mar encrespando su pelo, y sigue viva y activa y chapotea y se empapa entera de vida, se tira por el barro y vuelve a revolcarse, luego vuelve a saltar y se tira otra vez y ríe sin parar, no deja de reír, es intensa, esta llena, es ella, de una forma múltiple, natural y despreocupada.
-No aguanto mi trabajo pero aquí tengo que seguir, tengo que hablar con el jefe de marketing, que no se me olvide llamarle al llegar al hotel, nosé como decirle a mi mujer que ya no me siento lleno con la clase de relación que llevamos, tengo que ir al banco, pagar la factura de la luz, debería dejar de fumar de una vez por todas pero no es el momento, ¿y esa loca retozandose en la arena? ¿esta drogada o qué? ¡no para de reír!.
Sin pensarselo dos veces, se acercó a ella y le preguntó
-pero, ¿se puede saber que hace?
-vivir.. sin esconder el niño que hay en mi interior y lo mucho que le gusta retozarse en la arena, reír, sin preocuparme por un banco por que al fin y al cabo no me va a embargar la vida, saltar, porque soy feliz, y soy yo, que es lo que mas miedo me da, que soy "yo", no el "yo" que esperan, no el "yo" que anhelan, no el "yo" que buscan, ni siquiera el "yo" que en algún momento creí que podía ser, el "yo" que quiere y que vive y que salta y que se toma tan enserio la vida que no deja de disfrutar de las pequeñas cosas que nos regala y ¿sabe porqué? porque tengo un pánico terrible a morir, porque todo, absolutamente todo lo que hacemos no es mas que un hueco entre dos miedo fortuitos, el mio es la muerte ¿y el suyo? ¿cuál es su miedo? ¿la vida?.

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